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Son Nuestro Hijos
Son nuestros hijos los que están caídos en las cunetas de nuestra sociedad.
Son nuestros hijos, los que sufren en sus propias carnes las consecuencias de los negocios sucios que nos rodean.
Son nuestros hijos, los que viven un sin vivir engañados en los brazos de las drogas, ¿ duras ? ¿ blandas ? ¿ legales ?
Son nuestros hijos, no son unos delincuentes, no son malas personas, aunque las cárceles estén llenas de ellos.
Son nuestros hijos, no son torturadores aunque hagan llorar; son víctimas. Víctimas de nuestra indiferencia, de nuestra desinformación, quizá de nuestra permisibilidad.
Son nuestros hijos, los que mueren en manos de las drogas, del alcohol, de los vicios que deambulan libremente por nuestras ciudades, nuestros barrios y calles donde vivimos, incluso en nuestra vecindad vemos como los jóvenes caen y no pueden levantarse.
Son nuestros hijos los que se hunden ante el desinterés familiar, social e institucional.
No son delincuentes, los que gritan pidiendo ayuda, piden ser escuchados, comprendidos ¿ Por qué tanta indiferencia ? ¿ Por qué tan poco interés por afrontar el problema que les está destruyendo ?
Son nuestros hijos, los que buscan nuestro AMOR, nuestra comprensión, nuestra ayuda.
Están cansados, no quieren seguir así… no quieren seguir siendo esclavos de…
Son nuestros hijos, los que lloran, los que sufren, los que gritan… solos no pueden salir ¡¡ Ayúdales !!
VENID A MI TODOS LOS QUE ESTAIS TRABAJADOS Y CARGADOS, Y YO OS HARÉ DESCANSAR ( Mt 11-28)
En un mundo caído y roto por la injusticia, la incomprensión y el libertinaje, siempre hay una puerta abierta a
VENID A MI TODOS LOS QUE ESTAIS TRABAJADOS Y CARGADOS, Y YO OS HARÉ DESCANSAR ( Mt 11-28)
